
Ángel Manso
Juan Carlos produce una miel distinta a la que podemos ver en muchos lineales de las grandes superficies. Son mieles cristalizadas que mantienen todo su aroma; de hecho, «nuestros clientes son tiendas pequeñas, especializadas en artículos de alimentación de calidad. Son establecimientos que se encuentran en la provincia de Valladolid y Segovia, dado que nuestra producción no es demasiado grande, puede estar entre los 2.000 o los 10.000 kilos, dependiendo de cómo nos venga el año», apunta Juan Carlos Pérez.
La miel cristalizada es miel natural ya que la cristalización es un proceso que se comienza a dar en la propia colmena. De hecho, las que no cristalizan es porque han sido pasteurizadas, lo que conlleva la pérdida de componente biológicos. Para que este tipo de miel deje de estar cristalizada y adquiera un estado cremoso, tan sólo hace falta poner el tarro al baño maría o en un microondas.
El proceso de producción de estas mieles es muy sencillo. «Comienza con la recolección de los panales de las colmenas cuando ya están maduras. Éstas se trasladan al almacén donde se realiza la extracción por medio de la centrifugación. Posteriormente, se almacenan en tarros de cristal antes de que esa miel cristalice (se haga sólida); la que no ha dado tiempo, se almacena en un depósito de acero inoxidable donde va a cristalizar. Para poder envasar esa miel deberemos atemperarla a unos 35º grados para que adquiera un estado cremoso y lo podamos envasar en los respectivos tarros».
Tipos de mieles
Mielería de la Infanta produce diferentes mieles en diferentes lugares o en distintas épocas dentro del mismo lugar, por lo que se ven obligados a realizar una trashumancia muy pronunciada.
«Tenemos ocho mieles diferentes: romero, azahar, espliego, tomillo, brezo, encina, roble y mil flores. Las mieles claras (tomillo, romero, azahar o espliego) suelen ser suaves, mientas que las oscuras (encina, roble o brezo) son sabores fuertes».
Dependiendo del tipo de miel, las abejas se habrán alimentado en uno u otro lugar. Así, las mieles de tomillo y espliego las han elaborado las abejas alimentadas con plantas de la zona de las Hoces del río Duratón; las de roble y encina, en la sierra de Guadarrama y Ayllón, y las de brezo, de la Sierra de la Culebra en Zamora.
Todas las variedades de mieles, además del polen, se encuentran adheridas a la marca ‘Tierra de Sabor’ lo que certifica la calidad de los productos que elaboran.
Mieles que mantienen sus aromas
04 junio 2010
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