El pelele ha ardido al final de la fiesta como rechazo a los malos tratos y a la violencia machista.

06 febrero 2011


Aurelio Martín Segovia, 6 feb (EFE).- Los vecinos de la población de Zamarramala, hoy un barrio anejo a la ciudad de Segovia, se remontan a 1227 para marcar el origen de la fiesta de Santa Águeda, declarada de Interés Turístico Nacional y que se ha renovado esta mañana, como es costumbre, con el mando de las mujeres sobre los hombres.

Entendida también como un grito en favor de la igualdad, no faltan reconocimientos para ellos como el "Matahombres de Oro" que ha recibido el actor Juan Echanove, y el título de "Ome bueno e leal", en este caso para el presidente de la Fundación Enresa, José Alejandro Pina.

Pero el pelele de paja, subido a una gran silla de hierro y ataviado con ropa masculina, ha ardido al final de la fiesta como rechazo a los malos tratos y a la violencia machista.

Las alcaldesas Mariluz Bermejo Gómez y Marisol Gil González, ataviadas con un traje típico castellano al estilo del siglo XVI, han portado el bastón de mando que les ha cedido el alcalde de Segovia, Pedro Arahuetes.

Desde el momento en que han salido de casa, han ostentado el poder, acompañadas por sus "zamarriegas", lo que se prolongará por todo el día, incluso son las que prenden la llama con la que arde el muñeco.

La música de la dulzaina y el tamboril han acompañado al cura párroco, Juan Santos Cuesta, que participaba por primera vez en la fiesta, para ir a buscar a las alcaldesas a sus casas, donde se han enfundado el traje de gala y el manteo rojo.

La imagen con la santa mártir, protectora de las mujeres, ha sido sacada en procesión precedida por las danzas y jotas de las "zamarriegas", donde no se pueden acercar los hombres, ni tampoco en los bailes de galas porque se les prohíbe la entrada.

De hecho, el "Matahombres de Oro", que hoy a recibido uno de los protagonistas de la serie "Cuéntame cómo pasó", de TVE, es la reproducción de un alfiler que utilizaban ellas para sujetarse las enaguas, pero también era su arma defensiva con el fin de que no se les acercara un varón de aviesa intención.

Echanove ha subrayado que no hay que ir lejos o viajar a Oriente para ver cómo aún mueren mujeres porque, por desgracia, "convivimos aún con la violencia machista: es horrible, el machismo es algo que tenemos que desterrar, quemarlo como al pelele".

El actor ha abogado por "colocar a la mujer en el papel que le corresponde en la sociedad, que no es otro que donde está el hombre, el del ser humano".

Al llegar a la entrada de la antigua población, con el fondo de una bella panorámica de la ciudad antigua de Segovia, tienen lugar los juegos de banderas y escolta de alabardas arrebatadas a los musulmanes en la reconquista del Alcázar.

Ahí es donde hay que buscar el origen del predominio femenino de las "zamarriegas", ya que entretuvieron a los guardianes de la fortaleza, ataviadas con sus mejores galas, mientras los hombres lograban atacarla, durante el reinado de Alfonso VI.

Tras la entrega de diversos nombramientos, como el de "Ome bueno e leal", en favor de José Alejandro Pina, ha pronunciado el pregón el escritor, narrador oral y ceramista Ignacio Sanz, quien ha insistido que sin mujeres, como su abuela, su madre, o su esposa " "sería un adán".

Pina ha recibido el pergamino "con emoción" porque se cumple el 25 aniversario de la Fundación Enresa, y ha insistido en reivindicar el papel de la mujer en todos los ámbitos ya que, en su opinión, "sin ellas jamás en la vida podíamos haber avanzado en democracia o en el ámbito laboral".

Las más de 2.000 personas que han acudido a la fiesta, según fuentes municipales, han podido disfrutar también de puestos con chorizo cocido al vino, al precio de 2,5 euros, como el que elabora desde hace décadas Josefina Pascual, que ya se retira este año.

Con una extraordinaria temperatura, además, en el almuerzo, no faltarán los asados en los restaurantes de la zona, que darán fuerza para continuar con los festejos.

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