MÓNICA RICO -SOTILLO.
El Norte de Castilla
En una ladera, entre el monte de la Dehesa y el arroyo de la Fuente, se sitúa el municipio de Sotillo, un lugar que por su paisaje y su situación estratégica, en el eje de la autovía A-1, podría tener un gran futuro como centro turístico, pero que parece verse abocado a la desaparición, con únicamente alrededor de una treintena de vecinos censados.
Sin embargo, si existe una esperanza de supervivencia, esa llega los fines de semana y durante los meses de verano, de la mano de los hijos del pueblo y de vecinos de las grandes ciudades, que tienen fijado en el municipio su segunda residencia. A pesar de ello, entre los vecinos del municipio siempre queda la incógnita de si en los próximos años el municipio no deberá adscribirse a otro más grande, y eso en el mejor de los casos. Esto es lo que le ocurrió a Fresneda de Sepúlveda, ahora un barrio de Sotillo que cuenta con menos de una decena de habitantes.
La sombra de la desaparición también se vive muy de cerca, ya que se conocen los casos de los despoblados de La alameda y Aldehuela, que pertenecieron también al término de Sotillo y que acabaron despoblados en la última mitad del siglo XX.
La emigración se cebó de forma especial en esta zona en esa época y hoy en día no parece que la situación pueda ser mucho mejor, al menos en los próximos años.
Apenas existe industria, por lo que los jóvenes se van fuera en busca de trabajo. Los que deciden quedarse e la zona buscan los grandes núcleos cercanos, como Duruelo, dotados de muchos más servicios y por lo tanto más posibilidades de conseguir empleo y vivienda.
Los datos son rotundos. Con una población bastante envejecida, a un fallecimiento por año, la historia del municipio apenas llegaría a contarse en el 2040. Dramático.
Sin embargo, esa sensación de abatimiento que existe cuando se habla del futuro parece diluirse en el verano. Decenas de personas de todas las edades inundan las calles. Muchos de ellos son miembros de la Asociación Amigos de Sotillo, que dinamiza, de forma especial durante el mes de agosto, la vida de los habitantes a través de cursos, talleres, citas gastronómicas y juegos, para todas las edades. Algunas de estas actividades también las desarrollan en torno a las fiestas de la localidad.
Unas fiestas que tienen como centro de actividad la iglesia de la Natividad de la Virgen, que en todas las ocasiones acoge la misa en honor al santo o virgen que corresponda y en ella tienen su punto de partida y llegada las procesiones.
Románico conservado
Los que acuden por primera vez a las fiestas y con ellas al templo quedan maravillados con una de las iglesias románicas más bonitas y mejor conservadas de las numerosas que se encuentran en toda la provincia. El templo aún conserva intacto su estructura original, que, según los expertos, se construyó inspirada en la iglesia de Duratón, que cuenta con la misma advocación. De pequeñas dimensiones y con una sola nave con ábside semicircular, son muchos los detalles que se pueden destacar de este punto en el exterior del templo.
El ábside está decorado con tres ventanales separados por columnas contrafuerte, decoradas a su vez con distintos elementos como luchas de caballeros contra dragones o aves picoteándose las patas. Además en su cornisa se encuentran canecillos adornados con motivos vegetales, animales reales y mitológicos y alusiones a la vida diaria del medievo.
También destaca su bella portada de entrada, situada en el lado sur, presidida por un arco que presenta diversos lóbulos.
Este templo puede ser el punto de partida para un resurgir de Sotillo, al que se le pueden sumar otras actividades como senderismo a orillas del Duratón y bellos parajes y vistas espléndidas que se pueden contemplar desde el paraje denominado 'Encimero de la Dehesa'.
El Norte de Castilla
En una ladera, entre el monte de la Dehesa y el arroyo de la Fuente, se sitúa el municipio de Sotillo, un lugar que por su paisaje y su situación estratégica, en el eje de la autovía A-1, podría tener un gran futuro como centro turístico, pero que parece verse abocado a la desaparición, con únicamente alrededor de una treintena de vecinos censados.
Sin embargo, si existe una esperanza de supervivencia, esa llega los fines de semana y durante los meses de verano, de la mano de los hijos del pueblo y de vecinos de las grandes ciudades, que tienen fijado en el municipio su segunda residencia. A pesar de ello, entre los vecinos del municipio siempre queda la incógnita de si en los próximos años el municipio no deberá adscribirse a otro más grande, y eso en el mejor de los casos. Esto es lo que le ocurrió a Fresneda de Sepúlveda, ahora un barrio de Sotillo que cuenta con menos de una decena de habitantes.
La sombra de la desaparición también se vive muy de cerca, ya que se conocen los casos de los despoblados de La alameda y Aldehuela, que pertenecieron también al término de Sotillo y que acabaron despoblados en la última mitad del siglo XX.
La emigración se cebó de forma especial en esta zona en esa época y hoy en día no parece que la situación pueda ser mucho mejor, al menos en los próximos años.
Apenas existe industria, por lo que los jóvenes se van fuera en busca de trabajo. Los que deciden quedarse e la zona buscan los grandes núcleos cercanos, como Duruelo, dotados de muchos más servicios y por lo tanto más posibilidades de conseguir empleo y vivienda.
Los datos son rotundos. Con una población bastante envejecida, a un fallecimiento por año, la historia del municipio apenas llegaría a contarse en el 2040. Dramático.
Sin embargo, esa sensación de abatimiento que existe cuando se habla del futuro parece diluirse en el verano. Decenas de personas de todas las edades inundan las calles. Muchos de ellos son miembros de la Asociación Amigos de Sotillo, que dinamiza, de forma especial durante el mes de agosto, la vida de los habitantes a través de cursos, talleres, citas gastronómicas y juegos, para todas las edades. Algunas de estas actividades también las desarrollan en torno a las fiestas de la localidad.
Unas fiestas que tienen como centro de actividad la iglesia de la Natividad de la Virgen, que en todas las ocasiones acoge la misa en honor al santo o virgen que corresponda y en ella tienen su punto de partida y llegada las procesiones.
Románico conservado
Los que acuden por primera vez a las fiestas y con ellas al templo quedan maravillados con una de las iglesias románicas más bonitas y mejor conservadas de las numerosas que se encuentran en toda la provincia. El templo aún conserva intacto su estructura original, que, según los expertos, se construyó inspirada en la iglesia de Duratón, que cuenta con la misma advocación. De pequeñas dimensiones y con una sola nave con ábside semicircular, son muchos los detalles que se pueden destacar de este punto en el exterior del templo.
El ábside está decorado con tres ventanales separados por columnas contrafuerte, decoradas a su vez con distintos elementos como luchas de caballeros contra dragones o aves picoteándose las patas. Además en su cornisa se encuentran canecillos adornados con motivos vegetales, animales reales y mitológicos y alusiones a la vida diaria del medievo.
También destaca su bella portada de entrada, situada en el lado sur, presidida por un arco que presenta diversos lóbulos.
Este templo puede ser el punto de partida para un resurgir de Sotillo, al que se le pueden sumar otras actividades como senderismo a orillas del Duratón y bellos parajes y vistas espléndidas que se pueden contemplar desde el paraje denominado 'Encimero de la Dehesa'.
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