La Casa Museo de Antonio Machado

27 junio 2010


SGD Segovia al día -
La casa, irregular y pobre, como tantas de aquella época, conserva intocados los espacios que conoció don Antonio: los patios con parras y perales, los muros desnudos, la modesta cocina de hierro, el largo y bajo pasillo, el comedor común y su habitación, con los sencillos muebles que tenía, incluyendo una estufa de petróleo que compró para combatir los rigores de los crudos inviernos segovianos.



Calle de los Desamparados, 5
40001 Segovia
Teléfono: 921 46 03 77
casamuseo@academiadesanquirce.org


Visitas:
Miércoles a Domingo - de 11:00 a 13:30 y de 16:30 a 19:30.
Precio: 1,50 €

Visitas guiadas cada hora.


ANTONIO MACHADO Y SEGOVIA

Antonio Machado llegó a Segovia para ocupar la cátedra de francés en el Instituto General y Técnico el 25 de noviembre del año 1919 y pronto supo enlazar con el sector más dinámico y comprometido de la intelectualidad local, al que se unió para fundar la Universidad Popular Segoviana, una experiencia educativa pionera en España, en la que impartió clases de francés y lecturas literarias y de la que fue nombrado director honorario en 1927.



Aquel fue uno de los muchos reconocimientos que Segovia ha venido dedicando al poeta desde entonces y que constituyen una larga serie que no ha concluido ya que la devoción que muchos segovianos profesaron, y profesan, a don Antonio es muy fuerte y los lazos con los que Segovia ha sabido unirse al poeta, tan profundos como las raíces de los olmos centenarios que tan bien supo él cantar.


Aquí no hallarás una gran mansión ni deslumbrantes obras de arte sino un espacio en el que podrás sentir más que contemplar; la pobre casa en la que habitó un poeta que esperaba morir “ligero de equipaje". Si buscas o esperas encontrar otra cosa, no sigas adelante, pero traspasa, sí, su umbral si eres capaz de soñar evocando presencias ha mucho tiempo perdidas o de emocionarte con el recuerdo de unos versos.

Antonio Machado llegó a Segovia el 25 de noviembre de 1919 para ocupar la Cátedra de Francés del Instituto de la ciudad y a los pocos días vino a vivir a esta casa de la Calle de los Desamparados, donde había una modesta pensión de la que cuidaba su propietaria, Luisa Torrego, y en la que permaneció hasta 1932, año en el que se trasladó a Madrid.

En Segovia encontró hombres de letras -Julián María Otero, José Tudela...-, con los que fundó la Universidad Popular Segoviana y departió en animadas tertulias; artistas -Cristóbal Ruiz, Emiliano Barral...-, que inmortalizaron su efigie; y amigos -Mariano Quintanilla, Mariano Grau...-, que, muchos años después, entendieron que el mejor modo de guardar la memoria de su presencia en la ciudad era salvar la casa en la que vivió.

Una visita que, a comienzos de 1949, hicieron a Segovia varios intelectuales y poetas que preparaban un número monográfico sobre don Antonio para la revista Cuadernos Hispanoamericanos, sirvió de estímulo a la hoy Real Academia de Historia y Arte de San Quirce, heredera de la Universidad Popular, para plantearse la protección de un espacio tan evocador. Se comenzó arrendando la habitación que ocupara el poeta, no había medios para nada más, pero fue una acción fecunda por cuanto condujo, en etapas sucesivas, a la adquisición de toda la vivienda.

La casa, irregular y pobre, como tantas de aquella época, conserva intocados los espacios que conoció don Antonio: los patios con parras y perales, los muros desnudos, la modesta cocina de hierro, el largo y bajo pasillo, el comedor común y su habitación, con los sencillos muebles que tenía, incluyendo una estufa de petróleo que compró para combatir los rigores de los crudos inviernos segovianos.

Las piezas que componen los fondos de este sencillo museo nos devuelven la imagen del poeta y algunos recuerdos de su paso por esta ciudad.

En el patio, entre aligustres y rosales, hay un busto en piedra, copia hecha por Pedro Barral del original que su hermano, Emiliano Barral, hiciera en 1920, y en una pared lateral, semicubierto por la hiedra, un panel de cerámica vidriada, obra de Julián López Parras, que nos recuerda los años, 1919-1932, que el poeta permaneció en esta casa.

En el interior hay más retratos de Antonio Machado. El primero, obra también de Pedro Barral, está en la sencilla placa de yeso que anuncia la entrada a la Casa Museo; otro es un dibujo hecho el año 1923 por un entonces joven Rafael Peñuelas, a cuya casa acudía el retratado para entrevistarse discretamente con Guiomar; hay una litografía de Picasso, estampada con motivo del homenaje tributado a don Antonio por los artistas españoles en 1955; un dibujo al carbón realizado en 1959 por Alvaro Delgado, presente en la primera -y semiclandestina- concentración que tuvo lugar ante la Casa Museo al cumplirse los 20 años de la muerte de Machado; un óleo realizado por el artista segoviano Jesús Unturbe; un bajo relieve en bronce, modelado por Jane H. en 1992, inspirándose en la imagen del poeta captada por la cámara de Alfonso en el Café de las Salesas; varias fotografías realizadas en 1923 y en las que el poeta aparece con el claustro de profesores del Instituto de Segovia y con alumnos del mismo centro...

Hay también reproducciones fotográficas del poema dedicado por Antonio Machado al escultor Emiliano Barral y de una postal que Azorín dirigiera al poeta, hablando del escultor; pinturas de artistas locales, contemporáneos de don Antonio, y de otros más actuales, que acuden con su caballete a la Casa Museo en busca de inspiración y de motivos...

Y, ya que es la casa en la que vivió un poeta, los libros a los que llevó sus palabras y, con ellas, sus sentimientos.

Juan Manuel Santamaría

La Casa Museo Antonio Machado tiene es sus instalaciones una librería donde se pueden adquirir las publicaciones de la Real Academia de Historia y Arte de San Quirce, y también consultar una amplia biblioteca machadiana que cuenta con más de 800 títulos.

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